La pandemia del Covid-19 a nivel global ha desatado innumerables crisis que obligan a diversos sectores a realizar reformas para funcionar a pesar de la problemática. La comunicación no se encuentra exenta.
Cuando hablamos de reformas nos referimos a repensar las estrategias de comunicación y hacerlas más eficaces puesto que la lucha contra esta enfermedad también se realiza contra un enemigo tan fuerte como el coronavirus: la desinformación.
Las fake news ya no son un término ajeno al conocimiento colectivo, sin embargo, siguen causando estragos dentro de la sociedad, más aún durante épocas de crisis como la actual. En efecto, esto obliga a las instituciones y los medios de comunicación a redoblar sus esfuerzos para, primero, informar lo esencial acerca del Covid-19, y a la vez desmentir las publicaciones falsas que pululan en las redes sociales.
El pasado 10 de marzo, la UNICEF lanzó un comunicado alertando a los países sobre la peligrosidad de la divulgación de noticias de contenido falso en las plataformas digitales, que superan en cantidad al contenido certificado.
“Aunque se está difundiendo mucha información sobre el virus y sobre la manera de protegerse contra él, sólo una parte de esta información es útil o confiable. La desinformación en medio de una crisis de salud puede propagar la paranoia, el miedo y la estigmatización. También puede dar lugar a que los individuos queden desprotegidos o a que sean más vulnerables al virus”, explicaba Charlotte Petri Gornitzka, Directora Ejecutiva Adjunta de UNICEF (1).
El Ministerio de Solidaridad y Salud de la República Francesa realizó una interesante campaña de combate contra la desinformación que consistía en desmentir mitos relacionados con las formas de prevención del Covid-19. Diariamente publicaban en sus redes masivas (Facebook, Twitter e Instagram) textos que desmentían desde situaciones incluso algo descabelladas hasta informaciones falsas muy serias y peligrosas.
Esta campaña del gobierno francés es un ejemplo de las buenas prácticas en cuanto al manejo de la comunicación durante la crisis sanitaria porque se enfoca no solo en brindar información vital para la prevención sino también en combatir la desinformación contraproducente para la salud pública.
Entre los medios de comunicación más destacados se encuentra la BBC Mundo, que publican constantemente materiales audiovisuales relacionados con la actualidad de los países golpeados por esta crisis con un lenguaje ameno y amigable para todo público, brindando análisis exhaustivos que evacúan todo tipo de dudas.
Si bien el combate contra las noticias perjudiciales debe llevarse adelante con sanciones ejemplares por parte del Estado, debe existir un compromiso en las instituciones y los medios de comunicación en emular las estrategias exitosas para garantizar una lucha eficaz en ambos frentes.
Y bien lo mencionó el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, quien declaró que “para superar el virus necesitamos promover de forma urgente los hechos y la ciencia y promover la esperanza y la solidaridad frente a la desesperación y la división” (2).
El Covid-19 evidenció de forma drástica la necesidad de una comunicación certera y responsable y capaz de hacer frente a las noticias falsas, pero la ventaja es que la metodología podrá trascender la pandemia y quedar instalada en los medios e instituciones, quienes podrán sobrellevar estratégicamente mejor próximas crisis.
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