La emergencia epidemiológica que ha sacudido al mundo, no solo ha tenido repercusiones en los sistemas sanitarios de los países afectados; independientemente del número de personas infectadas y las que alcanzaron la recuperación; todas y cada una de las economías del mundo, han sufrido, sufren y sufrirán afectaciones y ya sea que trabajemos para alguien más, seamos emprendedores o colaboradores de alguna empresa u organización; la crisis va a representar grandes retos, e incluso quiebras en muchos casos.
Por ello, es necesario replantearnos la situación en la empresa para no sucumbir a lo que pasará de ser una emergencia de salud, a una emergencia económica.
El primer paso para enfrentar una crisis como la que ahora vivimos, es conservar la calma. Un líder de empresa o negocio debe analizar todo sin entrar en pánico, ya que la supervivencia del negocio depende de ello.
Debe saber las opciones para economizar recursos, incrementar su productividad, mantener su planta laboral y asesorarse con empresarios u organizaciones que hayan superado estas experiencias, para saber cómo actuar y seguir adelante.
El tiempo es uno de los activos más valiosos, sabemos que “tiempo es dinero”; por ello su uso eficaz en estos momentos es vital para la organización; no hay que desperdiciarlo queriendo hacer muchas cosas a la vez. Hay que priorizar lo más urgente e importante y dejar para después las tareas que no representan un recurso vital para la empresa.
Un error frecuente de los emprendedores en momentos de crisis; es querer resolver todo por ellos mismos. Debemos recordar que un buen líder es el que sabe delegar responsabilidades; con ello, la cabeza de la empresa puede concentrarse mejor en las tareas de supervivencia de la misma en estos momentos difíciles y no impedir con decisiones equivocadas que la misma salga adelante.
Los gerentes o jefes de departamento serán claves en este momento, es la hora de expresar la confianza en sus capacidades, para que todos, sigan el mismo camino para ayudar a la compañía a salir de la crisis.
La falta de acción y las quejas son dos lastres que las empresas deben evitar para salir adelante en tiempos difíciles. Tal vez haya decisiones que no nos va a gustar tomar, pero si son las indicadas para salvar al negocio, es mejor hacerlo sin quejas.
La ecuanimidad es otro de los factores que un líder debe mantener en el proceso, si se logra superar con éxito la crisis, es necesario mantener al ego de lado y seguir trabajando con humildad para que la empresa recupere sus niveles de productividad y ganancias, previas a la contingencia económica. Si se sale de una crisis, se gana una batalla, no una guerra, pues dadas las circunstancias actuales de la emergencia sanitaria y económicas, no será la única batalla a la que se enfrente la organización.
En ese sentido la actitud de quienes lideran, es fundamental, generando en todo el equipo un sentido de pertenencia; destacando el buen trabajo, y la unidad, dejando claro que en un equipo todos son importantes, no importa que tan grande o pequeña sea la tarea desarrollada.
Finalmente, y no menos importante, está el recurrir a asesoría especializada, un error común que se comete en las empresas en tiempo de crisis, es recortar gastos en consultoría o asesoría.
Hacerlo puede traer graves consecuencias, pérdidas de tiempo que en momentos de crisis es vital y el rezago frente a la competencia.
No dejar de lado la asesoría, puede ayudar a la empresa no solo a sobrevivir, también puede ser el punto de partida para innovar en la rama de actividad en donde se desarrolla y así; no solo permanecer en el mercado, sino superarse y obtener una mejor posición.